Impulsados por el convencimiento de que su pueblo era superior al resto, los primeros líderes de una de las naciones más jóvenes del planeta expandieron sus dominios por América del Norte. Pero luego, a diferencia de Imperios como el Espanol o el Británico, los presidentes estadounidenses renunciaron a conquistar y administrar colonias lejos de sus fronteras. Su expansión fue más económica y política que geográfica; presentándose como el país salvador de la democracia y las libertades en el mundo, Estados Unidos liberó a Europa Occidental de Hitler y de Stalin, pero también trabajó para debilitar al Gobierno democrático de Salvador Allende en Chile y desbarató el orden político de Oriente Medio invadiendo Irak con falsos pretextos. Hoy, aunque Estados Unidos sigue siendo la primera potencia militar del mundo, tras décadas sin rivales, la China de Xi Jinping se ha propuesto arrebatarle ese poder. Una crónica de Laura Iglesias San Martín, Jaime González Arguedas y Mariano Ramírez Gisbert para #DWAnaliza con intervenciones de la abogada Ana Gabriela Urizar, el historiador y profesor Juan Miguel Zunzunegui y el profesor e investigador Hugo Harvey.